14 ene 2010

El Clavicordio de Oro de Michele Todini (1616-1690)






Michele Todini, un fabricante de instrumentos e inventor italiano, nació en Roma, y alrededor de 1636 se trasladó a Roma, donde estuvo a cargo de los instrumentos de la Congregazione di Santa Cecilia. Tocaba el trombón y el órgano con el “Musici del Campidoglio”, que entonces era su decano (o músico mayor), pero también tocaba profesionalmente varios instrumentos de arco. Diseñador y fabricante de varios tipos de instrumentos musicales, es muy conocido por su construcción de los complejos mecanismos que desplegó en su “Galleria Armonica e Matematica” en Roma, uno de los primeros museos de instrumentos musicales. Una de estas máquinas era el instrumento conocido como actualmente como el “Golden Harpsichord” del Museo Metropolitano, un enorme instrumento, con un intrincado esculpido, flanqueado opr figuras casi de tamaño real de Polifemo y Galatea, todo en madera dorada.

Según el “Dichiaratione Galleria della Armonica” (Roma, 1676), un libro de su autoría que describe la Galería y su contenido, Todini comenzó a trabajar en el museo en 1650. La Galería presentaba cuatro máquinas diseñadas por Todini. Dos elaborados relojes encastrados en esculturas conformaban la exhibición “matemática”. Una de las dos atracciones “armónicas”, la “Gran Máquina”, era una colección de siete instrumentos (clavicordio, varias espinetas, órgano, violín y lira viola) que podían ser controlados en cualquier combinación posible a partir de un solo teclado. Este artilugio está representado, de forma bastante imaginativa, en las siguientes obras:

“Phonurgia nova”, de Atanasius Kircher (Kempten, 1673)
“Gabinetto armomico” (no. XXXIII), de Filippo Buonanni (Roma, 1722)

A la otra gran atracción “armónica” de la Galería, Todini la llamaba “La macchina di Polifemo e Galatea”. En el capítulo 3 de su “Dichiaratione”, describe así a este instrumento:

“En la segunda sala [de la Galleria] está representada la historia de Polifemo con una serie de estatuas recubiertas de oro, y entre otros está Galatea, que se muestra atravesando el mar llevada por dos delfines arreados por un Cupido sentado en un una concha marina, con ninfas del mar como cortejo, y asistidos por grandes tritones de tamaño natural, que llevan un clavicordio, cuyo estuche es rico en esculturas que representan, en bajorrelieve cubierto de oro, el triunfo de la mencionada Galatea con una procesión marina que le ofrece en tributo diversos frutos de mar. Polifemo está sentado en la ladera de una montaña, donde vive, como lo cuenta la historia, en el acto de tocar una sordelina o museta para complacer a Galatea; y dentro de esta montaña se encuentra el dispositivo para tocar los tonos de la sordelina, que suena con un teclado colocado debajo del ya mencionado clavicordio. Las estatuas están hechas por hombres respetables, como también lo son los otros materiales, que se utilizaron para representar ya sea el mar, la montaña o el aire. Esta máquina ocupa el espacio desde el piso hasta la parte superior del techo; las dificultades de su creación fueron muchas, y serán descritas al final, a fin de no alterar la brevedad de esta narración”.

El relato de Todini describe al dorado instrumento de Metropolitano de forma muy precisa, salvo una importante excepción: la figura de Galatea a la derecha del instrumento. A la derecha del clavicordio está la estatua de Galatea, sin apoyo. La posición de sus brazos puede indicar que en algún momento estuvo adosada a un instrumento del estilo del laúd, que ya no está. Esta figura de Galatea tal vez no sea original, ya que no concuerda ni con la descripción de Todini (arriba) ni con una descripción similar en un registro de pagos del año 1672 a su tallista Jacob Reiff. Incluso, la Galatea original puede haber estado sentada (y no de pie) justo a la derecha del clavicordio, reflejándose su imagen en el friso del clavicordio.

Un pequeño modelo en arcilla de la disposición actual del clavicordio y las estatuas, descubierto en Roma en 1949 por Emmanuel Wintemitz, posiblemente fue hecho entre 1676 y 1825; en este periodo podría haberse instalado la nueva Galatea.

La otra estatua, de pie y sin apoyo, a la izquierda del clavicordio, es Polifemo, el cíclope devorador de hombres cuya obsesión con la ninfa Galatea está descrita en el Libro 13 de las “Metamorfosis”, de Ovidio, y que más tarde sería representada por la obra de Handel: “Acis y Galatea” (1719).

Polifemo, a quien Ovidio representa tocando una flauta de pan para atraer a Galatea, aquí está sentado en una roca tocando una sordelina (debajo del brazo derecho de Polifemo), una gaita del siglo XVII, italiana, con teclado, con un fuelle del estilo del acordeón, tocada por músicos aficionados. La sordelina de Todini está representada con un cuarto tubo (un drone contrabajo, un sonido de larga duración), una innovación técnica reciente que, en combinación con su sistema de teclado, le daba al instrumento muchas de las cualidades de un órgano portátil. Para simular el sonido de la sordelina, Todini había ideado un mecanismo, concebido por primera vez durante la plaga de 1656, para que encajara debajo del teclado del clavicordio. Este artefacto controlaba los tubos ocultos en la roca de Polifemjo. Lamentablemente, ninguno de los mecanismos, ni los tubos, han sobrevivido, y todavía se discute si los tubos podían entrar en el pequeño espacio provisto por la roca de Polifemo. Sin embargo, nuevas investigaciones revelan que los tubos pueden haber estado ocultos detrás de los tres paisajes marinos perdidos que colgaban detrás del instrumento, y que habían sido pintados por el distinguido paisajista Gaspard Dughet.

El clavicordio de estilo italiano de Todini, con cuerdas en octavas dobles, es típico, salvo por su extensión inusual: 2.46 m. Descansa en un estuche recubierto por un frizo exquisitamente tallado que representa a Galatea en su procesión sobre las olas en un carro tirado por delfines, rodeados por criaturas marinas de toda clase, alejándose de Polifemo. Algunas de las criaturas tocan cuernos, y una figura a la izquierda toca el laúd. El estuche parece ser llevado hacia la izquierda por tres tritones con cola de pescado, y dos ninfas marinas, en medio de los tritones, miran hacia la derecha, mientras vadean a través de olas esculpidas en una plataforma sostenida por patas de león. En el extremo derecho de la plataforma acuosa hay un gran cascarón vacío llevado por dos delfines conducidos por un angelote (putto).

Según Laurence Libin, curador investigador, no hay ningún otro ejemplo tan sorprendente como esta construcción, en el arte del trabajo de la madera, en el Barroco romano.

La “Macchina di Polifemo e Galatea”, imaginada por primera vez en 1657, costó casi una década terminarla. La máquina completa, incluyendo el dorado y las esculturas, obras de Basilio Onofir y Jacobo Reiff (respectivamente), no estuvo terminada sino hasta 1665; la exhibición se completó recién en 1672.

La extravagante Galleria Armonica, que Todini esperaba fuera una fuente de importantes ingresos, en cambio lo llevó al desastre financiero, pero sin embargo se convirtió en una parada muy popular para los visitantes de Roma. La Galleria formaba parte del “Grand Tour”, y muchos viajeros del siglo XVIII nos dejaron sus impresiones. Tal vez el relato más famoso sea el de Charles Burney, citado en “The Present State of Music in France and Italy” (Londres, 1773, pp. 392-393). Tras la muerte de Todini, la Galleria estuvo en manos de la familia Verospi de Roma, por los siguientes ciento seis años.

Aparentemente la colección fue desarmada en 1796, el Clavicordio de Oro pasó por varios propietarios, hasta que, como parte de la Colección de Instrumentos Musicales Crosby Brown, fue donado al Museo Metropolitano en 1889. Ninguno de los otros esplendores de la Galleria Armonica ha sobrevivido.

Imagen: Representación de Polifemo y Galatea, "Mythological Room", en la Villa Imperial en Boscotrecase, última década del siglo I a. C. (paisaje en un muro).











Naturalmente, no tengo ningún ejemplo musical del clavicordio para ilustrar, precisamente, este artículo, pero igual, escuchemos algunas piezas en este exquisito instrumento:










Fuente: The Golden Harpsichord of Michele Todini (1616–1690). By: Wendy Power (Independent Scholar)
En: Heilbrunn Timeline of Art History,
The Metropolitan Museum of Art:
http://www.metmuseum.org/toah/hd/todi/hd_todi.htm#slideshow2

3 ene 2010

Concierto de Año Nuevo 2010


El Concierto de Año Nuevo, de la Orquesta Filarmónica de Viena, 2010, fue dirigido por segunda vez por el francés Georges Prêtre. La decisión fue tomada "en reconocimiento de nuestros muchos años de colaboración y la amplia experiencia de Prêtre dentro de este género". El éxito del debut de este director en el Concierto de Año Nuevo 2008 "fue para el director, la orquesta y el público, muy gratificante" (en palabras de Clemens Hellsberg, de la Orquesta Filarmónica de Viena).


Georges Prêtre ha dirigido regularmente en Viena durante los últimos 47 años, y su obra con la Filarmónica de Viena ha abarcado el mismo periodo. Más recientemente, ha presentado siete conciertos con la orquesta en Viena, Milán, Vaduz, Baden-Baden y Linz. Por sus logros artísticos, Georges Prêtre ha sido galardonado varias veces en su patria de origen y también en Austria. Por ejemplo, en el año 2004 fue nombrado Comandante de la Legión Extranjera Francesa, y ese mismo año recibió la Medalla de Austria Para las Ciencias y las Artes, Primera Clase. Recientemente, recibió de manos del presidente francés el más alto honor dentro de la Legión Extranjera: "Grand Officier de la Légion d´Honneur".

El Concierto de Año Nuevo, transmitido a más de 70 países, es en términos de cobertura internacional el más grande evento de la música clásica en el mundo. La tradición de los conciertos de año nuevo comenzó durante la Segunda Guerra Mundial, y la Filarmónica de Viena los presenta no sólo como un representación de la cultura musical vienesa al más alto nivel, sino también para enviarle al mundo un saludo de Año Nuevo en el espíritu de la esperanza, la amistad y la paz.






Para visitar: Wiener Philharmoniker

Nota bene: Tuve que cambiar mi saludo de año nuevo, porque no me gustó lo que escribí. Hay muchas cosas que detesto de mi "mundo", la maldad de la gente, la falta de respeto, la agresión permanente por simple gusto, la falta de interés de mi país hacia la situación que nos está agobiando a todos... Pero no tengo que bajar yo de nivel, diciendo groserías en la web, porque así me pongo a la altura de los que critico. Dicho esto, les deseo a todos un hermoso año 2010, deseo de corazón que, ojalá, los únicos problemas que tengamos sean los chusmeríos baratos de los pueblos, o que del mundial Sudáfrica nos echen a patadas (gracias al genio de Maradona). No más guerra, no más violencia, no más delincuencia, no más hambre en el mundo. Y que en el planeta entero haya un atisbo de compasión por el dolor de los demás.